El pasaje de 1 Crónicas 28:9-10 es una poderosa exhortación de David a su hijo Salomón, en un momento crucial donde se le encomienda la construcción del templo de Dios. Este llamado no es solo una tarea práctica, sino una invitación a conocer a Dios de manera profunda y personal. David le recuerda a Salomón que el éxito de su misión no depende únicamente de sus habilidades, sino de su relación con el Señor. Esto es un recordatorio para nosotros hoy de que lo que más importa no es lo que hacemos, sino quién somos en Dios.
La primera exhortación de David es: “aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados.” Esto nos desafía a no conformarnos con un conocimiento superficial de Dios. Conocer a Dios íntimamente implica pasar tiempo con Él, buscando Su rostro y permitiendo que transforme nuestro corazón. Es en la intimidad con Él que encontramos dirección, paz y propósito.
David también insta a Salomón a “adorarlo y servirlo de todo corazón y con una mente dispuesta.” Aquí vemos la importancia de un corazón y una mente entregados a Dios. No basta con realizar buenas obras o servir en la iglesia si nuestro corazón no está completamente alineado con Su voluntad. Dios no solo mira nuestras acciones externas; Él ve cada pensamiento y plan. Cuando lo adoramos y servimos con sinceridad, estamos respondiendo a Su llamado con una disposición genuina, listos para seguirlo a donde Él nos guíe.
El pasaje también ofrece una promesa: “Si lo buscas, lo encontrarás.” Dios no es difícil de encontrar para aquellos que lo buscan con sinceridad. Él está cerca, dispuesto a revelarse a aquellos que desean conocerlo. Sin embargo, también hay una advertencia: “si te apartas de él, te rechazará para siempre.” Esto nos recuerda que no podemos tratar nuestra relación con Dios a la ligera. Debemos buscarlo con todo nuestro ser, permaneciendo cerca de Él, porque alejarnos de Su presencia tiene consecuencias profundas.
Finalmente, David anima a su hijo a tomar en serio la tarea que Dios le ha dado: “Sé fuerte y haz el trabajo.” Dios había elegido a Salomón para una obra específica, pero dependía de él responder con valentía y disposición. De igual manera, Dios nos ha elegido para cumplir propósitos en nuestras vidas, y debemos ser fuertes y valientes para llevarlos a cabo, confiando en Su poder y guía.
”No basta con realizar buenas obras o servir en la iglesia si nuestro corazón no está completamente alineado con Su voluntad.
Reflexión:
¿Estás buscando a Dios con todo tu corazón? ¿Estás dispuesto a adorar y servir con sinceridad y mente dispuesta? Recuerda que Dios te ha elegido para Su propósito y está contigo mientras lo cumples. Sé fuerte y haz el trabajo, sabiendo que si lo buscas, lo encontrarás.
Oración:
Señor, ayúdame a conocerte más íntimamente. Quiero adorarte y servirte con todo mi corazón. Dame la fuerza y el valor para cumplir el propósito que has puesto en mi vida. Gracias porque cuando te busco, sé que te encontraré. Amén.